La miopía de las autoridades

Guillermo Robles Ramírez
Por Guillermo Robles Ramírez

En estos momentos el pretender iniciar un negocio pequeño bajo el régimen fiscal el que sea y cumpliendo los requisitos mínimos obligatorios de permisos de los ayuntamientos y cámaras de comercio es imposible la sobrevivencia de los pequeños comerciantes tener utilidades para sostener una familia.

Esto ha desmotivado a quienes quieren emprender un negocio y aunado a la inseguridad general del país a que tanto a jóvenes y gente que tiene años laborando en una empresa a tratar de independizarse.

La situación económica por la que pasa México ha provocado el cierre de empresas, negocios o el recorte de personal en muchos corporativos dejando sin ingresos a una cantidad muy grande de la población, cifras que no se reflejan en ningún indicador oficial.

Misma situación provocada por el gobierno federal ante su ineficiente planeación para la generación de empleos y por un presidente cuya popularidad ha bajado mucho que no siendo necesario repetir lo que la mayoría de los mexicanos opinan de Enrique Peña Nieto.

A la falta de oportunidades la gente se ha visto obligada a salir a las calles en busca de dinero, cuando menos para poder subsistir y comprar, aunque sea los alimentos de la canasta básica cuyo costo se vio incrementado también por culpa de los gasolinazos que azota la federación, repercutiendo en la cadena de distribución de productos y servicios inmediatamente.

A final de cuentas la gente tiene que comer teniendo que ingeniárselas de diferentes formas; algunos tentados a sumarse a la fila del crimen organizado, otros a tener que robar comida para llevarla a su familia, es decir, ya el robo común del ladroncillo de carteras, estéreos, el asalto de los cajeros de tienditas, ha superado más la necesidad viéndose cada vez más común el hurto de alimentos.

Subiendo el escalón de sobrevivencia se encuentra el de la fayuca de domicilio, pero los días buenos son los fines de semana, en donde cada ciudad tiene ya su conocida ubicación identificada como los tianguis.

Estos puntos a sabiendas de las autoridades federales que existen tienen conocimiento de que formar parte de la economía informal; pudiéndose encontrar una variedad de productos no solo estadunidenses sino también la competencia de artículos chinos que pasan por las aduanas mexicanas tanto terrestres como marítimas para terminar su destino en las “pulgas”, en todo México, no habiendo algún rincón de la república que se escape de éstos localitos móviles hechas por estructuras de láminas, lonas o mantas.

Pero al final de cuentas no deja de ser comercio informal golpeando al comercio que sí paga desde los impuestos de uso de suelo municipal y federal o sea el impuesto que cobra “lolita”.

Ahora bien, el nuevo comercio informal que se está observando en la entidad de Coahuila, es la venta de animales en extinción y otras especies.

En el caso particular de Saltillo solamente basta con ver cómo ha proliferado la venta de perros principalmente cachorritos despertando ternura para quienes lo ven, pero eso nada más es el puro gancho para poder ofrecer otras especies muy sorderamente como aves exóticas, reptiles, y mamíferos que por obvias razones no las tienen en exhibición en las calles saltillenses, pero solo basta hablarles con discreción y el billete por delante para que les saque la información de su variedad.

Cada día éste negocio es más notorio y fructífero que no hace falta buscarlos en lugares difíciles porque están en las afueras del centro comerciales y principales bulevares de la localidad.

El problema de la pésima situación económica causado por la federación es un conflicto de la cual le deja la carga de responsabilidad a las autoridades estatales o municipales por qué no deja ser ilegal ya que desafortunadamente la venta clandestina de animales y muchos de los perros que utilizan para crianza son robados a particulares.

No dejan de ser animales expuestos al maltrato porque estas personas que lucran de manera clandestina con la vida de especies, los mantienen en condiciones deplorables, espacios reducidos e insalubres, con falta de higiene y lógicamente reproduciendo a las madres varias veces al año sin algún cuidado veterinario descalcificando y parasitando a los pobres animales hasta llegar al punto inservible para botarlo a la calle.

¿Dónde están las autoridades?; Que dizque protegen y deben de aplicar la Ley de Protección a los Animales donde se prohíbe la cría y venta clandestina de animales en la vía pública, en vehículos o lugares no autorizados.

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